Sostenibilidad y reciclaje de plásticos: un paso hacia la economía circular

Reducir la huella ambiental del plástico y promover un futuro más sostenible para todos es la realidad y desafío que la industria del plástico debe enfrentar a 2023.

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El reciclaje y la sostenibilidad son temas clave en la industria del plástico, especialmente en el contexto actual en el que los esfuerzos a nivel global se han concentrado en ello. En este sentido, muchas empresas del sector están trabajando para implementar estrategias y prácticas que reduzcan su impacto en el medio ambiente y promuevan un futuro más sostenible.

Para promover el reciclaje de plásticos, muchas empresas están trabajando para desarrollar tecnologías más avanzadas que permitan el reciclaje de plásticos de baja calidad o contaminados. Estas tecnologías incluyen procesos de reciclaje mecánico, químico y biológico, que permiten recuperar diferentes tipos de plásticos y convertirlos en nuevos materiales que pueden ser utilizados en la fabricación de nuevos productos.

Todo esto ha sumado para fortalecer las estrategias de eficiencia energética y finalmente, regular el uso de plásticos, especialmente aquellos de un solo uso. Lo anterior sin desconocer que el plástico es mucho más satanizado de lo que en realidad es, Diego Avelarde de Janfrex, dice al respecto que hay que “crear una conciencia social de que los plásticos se pueden reciclar diez veces y cuestan mucho menos que reciclar vidrio, por ejemplo”.

Economías circulares, ¿una apuesta latinoamericana?

Otro aspecto importante en la sostenibilidad de la industria del plástico es el diseño de productos que sean más fáciles de reciclar o reutilizar. Al diseñar productos con materiales reciclables o biodegradables, se puede reducir la cantidad de residuos que se generan y, por lo tanto, minimizar el impacto ambiental de la industria. Además, el diseño de productos que sean más duraderos y que puedan ser reparados y reutilizados, también contribuye a reducir la cantidad de residuos que se generan.

Es por esto que incluso en muchos países ya se comenzó a implementar normativas que regulen el uso adecuado del plástico y fomenten la economía circular desde cualquiera de los actores de la cadena. No obstante, han surgido muchas al respecto de ello, especialmente en México, país en donde recientemente se aprobó una Ley de economía circular, así como de prohibición de plásticos de un solo uso.

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“Yo estoy de acuerdo en que se tiene que regular y tenemos que hacer algo como sociedad, para mitigar que la basura llegue a los ríos y a los mares. Estoy de acuerdo en que tengamos que hacer algo, pero no es simplemente el prohibirlos, ¿no? No va a ayudar porque con algo se sustituye. Entonces es un tema de educación y ponernos de acuerdo en trabajar en la economía circular y ver qué realmente se puede hacer”, menciona Pablo Vargas, Director General de Privarsa.

Se trata entonces de direccionar los recursos inteligentemente hacia una economía circular que se base en el reciclaje, la reutilización de productos y en reconvertir, por ejemplo, los materiales hasta encontrar alternativas realmente viables y amigables con el planeta. Y, de hecho, como Averlarde de Janfrex destaca: “Hay que educar a los gobernantes en la cuestión del plástico, ellos no son expertos, pero también hay que educar a los consumidores”. De modo que es un compromiso que no solo requiere de una actuación a nivel industrial, sino también de una participación ciudadana.

¿La normatividad es la solución?

En cuestión de adaptarse a una nueva normatividad que seguro irá incrementándose en los próximos meses con regulaciones más estrictas, el mayor reto que ven algunas empresas de gran trayectoria en la industria de los plásticos como Piovan está en “permitir el crecimiento del uso de posconsumo reciclado en los diferentes materiales, ya que por ahora hay muchas restricciones en la formulación. Es muy restringido la cantidad que te permiten reintegrar de una pieza anterior que viene de un posconsumo reciclado a una pieza nueva”, menciona Andrés Manzano, Bussiness Developer Manager de la ya mencionada Piovan.

No obstante, Manzano sí ve en la normatividad una oportunidad de cambio: “En México, este tema del ambiente fue un tema cultural y es algo que realmente ha sido histórico; que no se le ha puesto mucho cuidado, ni mucha determinación al respecto, pero yo lo veo muy claro en el tema de las bolsas plásticas. En un inicio todo el mundo extrañaba una bolsa plástica al comprar cualquier artículo, sin embargo, nos hemos acostumbrado, nos hemos hecho la idea de que no vamos a disponer de ella y uno ya se prepara con una bolsa de tela”.

En esta misma línea, las industrias también se adaptan a los requerimientos ambientales y sostenibles, por ello tecnologías como la de la limpieza criogénica resultan tan significativas y atractivas para la mayoría de procesos de manufactura: “la tecnología de limpieza criogénica para la limpieza de moldes, inyección de plástico, es una tecnología totalmente ecológica, no abrasiva, no genera ningún residuo y no daña los herramentales. Una de las grandes ventajas de esta tecnología es que puedes limpiar el sitio sin desmontar el molde y esto reduce tiempos operativos de paro productivo y genera menor scrap”, dice Luis Suárez de ColdJet.

Es así como, en la industria del plástico, la economía circular implica un cambio en la forma en que se diseñan, producen, utilizan y gestionan los productos y materiales de plástico. Más que utilizar los recursos de manera lineal, en un proceso de "tomar, hacer, desechar", la economía circular procura que los productos y materiales de plástico se mantengan en la economía el mayor tiempo posible.