San Miguel Industrias triplica capacidad de reciclaje con inversión de US$100M

SMI lidera una gran iniciativa de reciclaje en América Latina con una inversión sin precedentes, ¿cómo esto transforma la industria del plástico?

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San Miguel Industrias, una de las principales empresas en el sector de reciclaje, ha anunciado una inversión significativa para expandir sus operaciones en América Latina. Se trata de una inversión que permitirá a la compañía triplicar su capacidad de regeneración en varios países de la región, con un enfoque especial en Colombia, donde se espera que la producción aumente de 9.000 a 30.000 toneladas anuales.

Además de Colombia, Perú también verá un aumento en su capacidad de reciclaje, con un incremento proyectado del 70 %, lo que se traduce en un salto de 26.000 a 45.000 toneladas anuales.

El plan de expansión de SMI no se detiene ahí. La empresa tiene la mira puesta en Guatemala, donde planea iniciar operaciones en el primer cuatrimestre de 2024 con una capacidad de reciclaje de más de 16.000 toneladas. Adicionalmente, se prevé la creación de centros de acopio en países como El Salvador, Costa Rica y Honduras, fortaleciendo aún más su presencia en la región.

Edgar Jürgensen, CEO de San Miguel Industrias, destacó  que “Para nosotros, el proceso de reciclado es parte fundamental del negocio. Esta visión transversal a toda la compañía, nos convierte en una empresa distinta con una propuesta de valor más sólida, teniendo como base la innovación y la tecnología en esta transformación”.

En los últimos años, SMI ha demostrado su compromiso con la sostenibilidad, invirtiendo US$43 millones en tecnología y equipamiento para los mercados de reciclaje en Perú y Colombia. Cabe destacar que la empresa no solo se centra en el reciclaje, sino que también promueve una cultura sostenible, trabajando estrechamente con recicladores y ofreciéndoles programas de capacitación y desarrollo.

El compromiso de SMI con los recicladores es evidente, ya que han integrado a un gran número de ellos en su cadena de valor, generando empleos formales y apoyando las economías locales. A propósito de ello, menciona: “El reciclador, no es sólo el primer contacto con el material post consumo, sino que son, además, los encargados de recuperar el material en la primera instancia, lo que representa la base del reciclaje al iniciar la cadena de acopio”.

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¿Qué representa esta inversión en la industria del plástico?

Esta apuesta denota un cambio paradigmático en la industria del plástico, subrayando la transición hacia una economía circular avanzada. En lugar de depender exclusivamente de la producción de plásticos vírgenes, que suele ser intensiva en recursos y energía, la industria está reconociendo el valor intrínseco de los plásticos post-consumo y el SMI dio un paso para hacer realidad sus esfuerzos en pro de la sostenibilidad.

Al triplicar su capacidad de regeneración, SMI no solo está reduciendo la demanda de materias primas vírgenes, sino que también está impulsando la innovación en materiales, con énfasis en soluciones sostenibles como la resina PET de grado alimenticio, que redefine los estándares de calidad y reciclabilidad en el sector.

Además, la integración activa de recicladores en la cadena de valor de SMI es un testimonio de la evolución de la industria hacia un modelo más inclusivo y colaborativo. Esta aproximación no solo profesionaliza y formaliza el sector de recicladores, sino que también fortalece la infraestructura de reciclaje en la región, estableciendo un precedente para una gestión eficiente de los residuos plásticos.