Reciclaje químico, ¿realmente ofrece ventajas?

¿Cómo avanzan los desarrollos a propósito del reciclaje químico? Estas son las perspectivas de dos expertos en la industria que ven esta tecnología como una alternativa para un futuro más limpio y ecológico, pero con grandes desafíos.

---

En la búsqueda continua de soluciones ambientales innovadoras, el reciclado químico ha emergido como una prometedora alternativa para abordar el creciente desafío de la gestión de residuos. A diferencia del reciclaje tradicional, que se enfoca en la recuperación de materiales, el reciclado químico se presenta como un proceso revolucionario que permite transformar los desechos plásticos y otros materiales sintéticos en productos valiosos, reintegrándolos en la cadena de producción de manera más eficiente y sostenible.

A continuación, un interesante diálogo entre expertos en la materia para comprender su funcionamiento, beneficios y desafíos, así como el papel fundamental que juega en la economía circular. Manfred Hackl (Director General) y Klaus Lederer (Director de Desarrollo Comercial) del Grupo Erema explican su punto de vista.

Los procesos de reciclado mecánico ya han madurado. El reciclado químico es relativamente joven. Pero, ¿será capaz de consolidarse?

Klaus Lederer: Todo indica que sí, y la demanda está ahí. Las grandes marcas necesitan soluciones para sus envases, la presión pública es cada vez mayor y los objetivos de reciclado de la UE son muy elevados. El reciclado químico podría contribuir a ello; sin embargo, quedan algunas cuestiones abiertas. Uno de los retos es, por ejemplo, disponer del material de entrada correcto, en la calidad y cantidad adecuadas y en el lugar correcto.

Algunos recicladores químicos podrán resolver este problema, otros no. Tampoco está claro en la actualidad si el reciclado químico tendrá sentido desde el punto de vista económico. Quienes esperen que los reciclados químicos sean más baratos que el material virgen se sentirán decepcionados.

Sin embargo, si se considera un factor valioso mantener al menos la materia prima en el ciclo, aunque sea caro y consuma mucha energía, aún puede tener sentido. También existen actualmente múltiples pros y contras en relación con la cuestión de si el reciclado químico beneficia al medio ambiente. Para una evaluación más precisa del reciclado químico, tendremos que esperar hasta que las primeras plantas verdaderamente comerciales estén en funcionamiento.

---

Lea también: Alimentos: envases contra el desperdicio.

---

Algunos dicen que el reciclado químico consume mucha más energía que el mecánico, otros no están de acuerdo, ¿cuál es su opinión?

Lederer: Es una cuestión de perspectiva. Si se dice que el plástico es un portador de energía y que gran parte de la energía necesaria para el proceso puede proceder del propio plástico, entonces el consumo de energía es menor de lo que se suele afirmar. Pero si se tiene en cuenta que hay que dedicar mucha más energía que en el reciclado mecánico, por ejemplo para alimentar el proceso de pirólisis, y si se considera que después se vuelve al principio de la cadena de valor, es decir, al petróleo crudo sintético, que luego hay que procesar de nuevo utilizando energía, no se puede sostener la afirmación de que el reciclado químico no consume mucha más energía que el reciclado mecánico.

Manfred Hackl: Un análisis honesto del proceso mostraría claramente que el consumo de energía es mayor en el reciclado químico. En el reciclado mecánico, se necesita una temperatura de 250 grados para el lavado y la extrusión. Después ya se ha terminado de regranular. En el reciclado químico, la energía necesaria para descomponer la materia prima en sus componentes químicos básicos y luego fusionar los componentes es muchas veces superior.

Se está investigando mucho en el reciclado mecánico para mejorar constantemente las cualidades del reciclado. ¿No quedará obsoleta la investigación si todas las materias primas se descomponen en sus componentes originales en el reciclado químico?

Hackl: No lo vemos así en absoluto. En los últimos años se ha avanzado mucho en el reciclado mecánico, también porque toda la industria está desarrollando muchas cosas conjuntamente. Esto ha permitido realizar soluciones que eran inimaginables hace solo unos años. La calidad del regranulado permite ahora aplicaciones muy exigentes.

Además, el reciclado mecánico es ya un modelo de negocio que funciona y que tiene sentido desde el punto de vista ecológico y económico. Es eficiente y escalable. Por eso no veo por qué el desarrollo del reciclado mecánico debería quedar obsoleto por el reciclado químico. También veremos nuevos desarrollos dentro del reciclado mecánico.

En Erema, por ejemplo, inauguraremos en junio nuestro nuevo centro de investigación y desarrollo para el reciclado mecánico en nuestra sede de Ansfelden, una inversión de 10 millones de euros. Sin embargo, el reciclado químico tiene su justificación para determinados flujos de materiales para los que el reciclado mecánico no es adecuado.

---

Conozca la Nueva guía para el futuro de los plásticos.

---

¿Qué reparto de tareas tendría entonces sentido en el futuro desde su punto de vista?

Lederer: El objetivo debe ser que ambas tecnologías se complementen; y de tal forma que el reciclado químico procese aquellos materiales que no pueden reciclarse mecánicamente. Se trata, por ejemplo, de plásticos mixtos como las láminas multicapa o los plásticos reforzados con fibras, o también de materiales de este tipo destinados a entrar posteriormente en contacto con alimentos como producto final. Si el reciclado químico consigue procesar los materiales de peor calidad e introducirlos en un ciclo, entonces se trataría de un valioso complemento.

El reparto de tareas consistiría entonces en evitar los residuos. Si eso no es posible, entrará en juego el reciclado mecánico, y solo cuando este alcance sus límites tendrá una oportunidad el reciclado químico. Esta jerarquía tiene sentido porque el reciclado químico es más caro y consume más energía.

En Erema, intentamos ayudar a los recicladores químicos con nuestra tecnología de extrusión para que puedan incorporar a su proceso de reciclado químico flujos de materiales potencialmente difíciles de manipular de forma fiable y eficiente desde el punto de vista energético. De este modo, estamos haciendo una importante contribución al desarrollo del reciclado químico hasta el punto en que, en última instancia, pueda ser un verdadero complemento del reciclado mecánico.

Así pues, Erema presta servicio a ambos procesos con sus máquinas de reciclado. ¿Dónde ve el potencial de cada uno de ellos?

Hackl: Ya ofrecemos toda la tecnología de procesos para el tratamiento mecánico. Basándonos en el fuerte aumento de la demanda en los últimos dos años, podemos ver cómo se está desarrollando dinámicamente el reciclaje mecánico.

Para el proceso químico, suministramos un proceso para el tratamiento mecánico que a menudo se aplica al principio de la cadena de proceso para preparar los flujos de entrada para los subsiguientes procesos de reciclado químico. También vemos mucho potencial en este ámbito y ya hemos recibido varios pedidos. Sin embargo, las cifras siguen siendo comparativamente pequeñas por el momento, porque hasta ahora se han completado muy pocas plantas grandes de reciclado químico en todo el mundo. En cualquier caso, nuestro deseo es aumentar ambos potenciales.

¿Se acelerará la economía circular gracias al reciclaje químico?

Hackl: Eso ocurrirá como muy pronto a medio o largo plazo, pero el reciclado químico puede contribuir ya hoy a mejorar la imagen de los plásticos, porque se dará el caso de que, con el tiempo, muchos tipos de plástico podrán reciclarse.