Proyecto internacional determinará daño marino por microplásticos

El Organismo Internacional de Energí­a Atómica (OIEA) encabeza un proyecto que involucra a 16 paí­ses de América Latina y el Caribe, entre ellos México, para el monitoreo de microplásticos en el ambiente costero.

En este proyecto participa Ana Carolina Ruiz Fernández, investigadora de la Unidad Mazatlán del Instituto de Ciencias del Mar y Limnologí­a (ICMyL) de la UNAM, quien explica que en el caso de México se realizará el monitoreo en la bahí­a y el estero de Urí­as en Mazatlán, Sinaloa.

"Este esfuerzo internacional está promovido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, pero el OIEA tiene el mandato de la ONU del uso pací­fico de la energí­a nuclear. Muchas cosas en el medio marino se miden a través de la radioactividad, por eso este proyecto aplica varias metodologí­as y procesos basados en esa energí­a", dijo la investigadora mexicana en un comunicado de prensa.

La información que resulte de este análisis contribuirán a determinar el impacto de los microplásticos en los mares de la región, ya que en la bahí­a de Mazatlán y otros cuerpos de agua de Sinaloa es evidente el efecto de la contaminación generada por malas prácticas de algunos sectores productivos y de la sociedad en general.

La especialista comentó que de continuar este hábito nocivo de tirar basura en las playas, en 2050 habrá en los océanos más toneladas de plásticos que peces, pues actualmente el llamado 'gran parche de basura del Pací­fico' alcanza 79.000 toneladas de plásticos flotando en un área de 1,6 millones de kilómetros cuadrados, que representa 27 veces la extensión del estado de Sinaloa.

"Las fracciones nano (partí­culas menores a 100 micras) ya están insertándose a nivel intracelular en los peces, así­ que esa basura que arrojamos al mar nos la vamos a comer de regreso", advirtió.

Ana Carolina Ruiz Fernández señaló que la mala gestión de los plásticos desechables, botellas, contenedores de alimentos y otros empaques han llevado a que cada año lleguen a los mares entre 5 y 13 millones de toneladas de residuos de este tipo, de ahí­ la importancia de este estudio para hacer un diagnóstico y buscar soluciones.