¿Por qué las bolsas biodegradables perjudicarían la gestión de residuos orgánicos?

Una investigación del Instituto Fraunhofer revela riesgos ambientales y falta de eficacia de las bolsas biodegradables para la recolección de desechos orgánicos.

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Las bolsas biodegradables, promocionadas como una alternativa sostenible a las bolsas de plástico convencionales, han sido objeto de un extenso análisis, liderado por el Instituto Fraunhofer de Tecnología Química ICT (Alemania) y realizado en colaboración con las universidades de Bayreuth y Hohenheim, así como la empresa de gestión de residuos BEM Umweltservice.

Los resultados del estudio, el primero de su tipo, y denominado BabbA, revelan que, por diversas razones, las bolsas biodegradables no son recomendables, en la actualidad, para la gestión de residuos orgánicos.

Uno de los principales problemas identificados es la posible descomposición incompleta de estas bolsas en las plantas de reciclaje de biorresiduos. Según los investigadores, si no se descomponen por completo y se convierten en microplásticos y nanopartículas de plástico, podrían representar un riesgo para el medio ambiente cuando se utilizan en compost. 

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"Los actuales criterios de calidad del compost han definido límites para los fragmentos de plástico, pero solo tienen en cuenta las partículas de más de 1 milímetro de tamaño. Las partículas más pequeñas no se consideran. Si las bolsas fabricadas con materiales biodegradables no se degradan por completo en las plantas de reciclaje de biorresiduos y solo se descomponen en micropartículas y nanopartículas de plástico, podrían llegar al medio ambiente a través del compost. Dado el tiempo que los residuos biológicos pasan actualmente en las plantas de reciclaje, este escenario es realista", explica Jens Forberger, director del proyecto BabbA.

El estudio también puso de manifiesto que la introducción de bolsas de papel y materiales biodegradables no condujo a un aumento significativo en la cantidad de residuos orgánicos recogidos. Además, la cantidad de material extraño en los residuos no disminuyó durante el estudio piloto. Esto sugiere que las bolsas biodegradables no influyeron positivamente en los hábitos de recolección de residuos.

El informe del proyecto BabbA concluye que, hasta que se pueda garantizar una descomposición completa de las bolsas biodegradables, su uso en plantas reales de reciclaje de biorresiduos a gran escala debe evitarse. En cambio, se plantea la posibilidad de que las bolsas de papel sean una alternativa más prometedora, lo cual también deberá ser investigado con mayor profundidad.

Estos hallazgos instan a una revisión crítica de las normas actuales para evaluar la capacidad de compostaje de materiales compostables emitidas por el Instituto Alemán de Certificación (DIN). Se espera que este estudio impacte en las políticas gubernamentales, en la gestión de residuos y en la conciencia pública sobre la gestión de residuos orgánicos.