Nanotecnología con PET reciclado para el desarrollo de fibras antibacteriales

A partir de los primeros desarrollos de fibras textiles fabricadas con PET reciclado, el investigador Juan Carlos Tapia Picazo, del Instituto Tecnológico de Aguascalientes (ITA), se ha involucrado en un nuevo proyecto para crear nuevas funciones para estos textiles utilizando nanotecnologí­a.

El especialista en su primera investigación se dedicó a desarrollar un proceso para tratar la basura, en este caso PET reciclado, y transformarla en fibras textiles para producir hilos y tejidos; sin embargo, con el tiempo las botellas de PET han cambiado y su densidad, color y calidad son variables. Junto con su equipo tuvo que idear un nuevo proceso para atender este problema, ya que la fibra que se fabricaba ya no era la misma, así­ que ahora era necesario clasificar los desechos antes de procesarlos.

“Se tuvieron que hacer muchos estudios para decir qué caracterí­sticas tiene una botella de una marca de refresco, una botella de otra marca, una botella de agua, y si las mezclo qué propiedades obtengo”, comentó Juan Carlos Tapia en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.

Una vez resuelto esto, él y su equipo de investigación se pusieron a trabajar mediante nanotecnologí­a para desarrollar fibras antibacteriales, con retardantes a la flama, con protección UV, y de esta manera diversificar el mercado no sólo en textiles, sino en otro tipo de aplicaciones.

Hasta el momento ya tienen estas nuevas propiedades desarrolladas, incluso, se está trabajando con una empresa que tiene interés en materiales con estas caracterí­sticas para lanzar nuevos productos al mercado.

“Nosotros mediante nanotecnologí­a encapsulamos agentes con propiedades especiales, para que ese producto se lo podamos agregar a la fibra y que la fibra tenga ese compuesto, para que posteriormente lo libere y le ayude a tener el efecto que se está buscando. Por ejemplo: si encapsulamos un agente antibacterial, esa capsulita con el tiempo se va rompiendo y libera gradualmente el agente antibacterial”, explicó el investigador.

También se han modificado las moléculas del PET para poder procesarlo a altas temperaturas, ya que este plástico se funde arriba de 200 ºC, y al fundirlo si los compuestos son orgánicos se degradan, se descomponen y ya no se le quedan a la fibra. Actualmente estos desarrollos de nanotecnologí­a están en proceso de patente.