Los plásticos compostables: un impulso para la economía circular

Conozca el potencial de los plásticos compostables para aumentar la recolección de biorresiduos y reducir la contaminación de los flujos de desechos.

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Los plásticos compostables industriales son clave para implementar la economía circular. Su capacidad para fomentar la recolección separada de biorresiduos es fundamental. Cuantos más biorresiduos se recojan por separado, menos terminarán en la incineración o en los flujos de reciclaje mecánico de plástico. Esto conlleva una reducción de la contaminación en los procesos de desechos y reciclaje.

¿Qué son los plásticos compostables?

El plástico compostable es aquel que, al llegar al final de su vida útil, se descompone de manera natural y se convierte en abono, dióxido de carbono (CO2) y agua a una velocidad similar a otros residuos orgánicos. Por esta razón, cuando se trata de un envase fabricado con material compostable, podemos desecharlo en el contenedor marrón sin necesidad de separar los residuos orgánicos que pueda contener.

Los plásticos compostables experimentan un proceso de biodegradación gracias a microorganismos presentes en el medio ambiente. Además, estos materiales pueden estar compuestos tanto por fuentes renovables de origen vegetal como por fuentes fósiles, como el petróleo.

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¿Cómo afectan los plásticos compostables en la economía circular?

A pesar de la creencia generalizada de que los plásticos compostables afectan negativamente los flujos de reciclaje mecánico, es importante señalar que actualmente solo se recicla una cantidad limitada de plásticos de mayor mercado. La contaminación cruzada en los flujos de reciclaje es un desafío que involucra a todos los tipos de plásticos y materiales, no solo a los compostables en particular.

No obstante, existen tecnologías de clasificación, como la separación por densidad y la clasificación NIR (infrarrojo cercano), capaces de separar y clasificar eficientemente diferentes tipos de polímeros, incluidos los plásticos compostables. Estos plásticos tienen características distintivas que permiten su correcta clasificación y reducen la contaminación en los flujos de reciclaje establecidos.

Estudios han demostrado que la clasificación de plásticos compostables es efectiva, logrando tasas de contaminación inferiores al 1 % en los flujos de reciclaje. Un ejemplo destacado es Italia, donde el mercado de envases compostables es el más grande de la UE. Antes de la clasificación, el desperdicio de productos compostables en los flujos de residuos de envases convencionales es inferior al 4 %, y después de la clasificación, la tasa de contaminación es inferior al 0,8 %.

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Impacto insignificante en los flujos de reciclaje existentes

Es importante tener en cuenta que las posibles impurezas restantes de los plásticos compostables no generan un impacto negativo en los flujos de reciclaje existentes. Incluso si accidentalmente estos plásticos terminan en otros flujos de desechos, los volúmenes de mercado actuales y futuros son tan bajos que cualquier contaminación restante se vuelve insignificante, minimizando su impacto potencial.

Los plásticos compostables están especialmente diseñados para el reciclaje orgánico. Estos productos deben ser recolectados junto con los residuos biológicos y tratados en instalaciones industriales de compostaje y/o digestión anaeróbica. Para evitar errores en la recolección, todos los productos de plástico compostables deben mostrar un etiquetado claro, siguiendo los estándares y marcas de certificación correspondientes.

Los plásticos compostables representan una solución sostenible en el ámbito del reciclaje posconsumo, ya que su capacidad para aumentar la recolección de biorresiduos y reducir la contaminación en los flujos de desechos los convierte en aliados clave para alcanzar un futuro más limpio y promover una economía circular efectiva.