Productor taiwanés adquiere máquina para reciclaje de Polystar

Con una producción mensual de 3.000 toneladas y cerca de tres décadas de trayectoria en la industria, uno de los más grandes productores de pelí­cula extensible LLDPE y PE de Taiwán anunció la adquisición de una lí­nea de reciclaje de Polystar, la cual emplea en el procesamiento de desperdicios internos generados en sus procesos de extrusión.

Esta compañí­a, que empezó a expandirse en 1991, fue la primera productora taiwanesa de pelí­cula que importó a la isla una extrusora de moldes de cinco capas proveniente de Alemania y ahora cuenta con distintas máquinas para impresión multicapa de origen europeo.

La instalación del equipo de reciclaje Polystar se hizo en 2016 y fue la primera máquina que la empresa compró a un fabricante asiático. Según detalló el CEO de la compañí­a, tomó la decisión de adquirir esta lí­nea después de ver una prueba en la sede de Polystar, cuando identificó que no solo la operación y mantenimiento del equipo eran procedimientos sencillos, sino también que la consistencia y calidad de los pellets reciclados era superior.

De igual manera, el CEO destacó que la mí­nima intervención humana que demanda el equipo es crucial, pues los costos logí­sticos y laborales en Taiwán han aumentado sustancialmente, dificultando que los productores de plástico taiwaneses se mantengan competitivos.

Además, indicó que esta lí­nea permite producir unos pellets reciclados consistentes y de alta calidad, con tamaño uniforme, capacidad de reusabilidad y un mí­nimo cambio de las propiedades, pellets que pueden emplearse en máquinas de extrusión para producir pelí­cula de alta calidad.

Según dio a conocer la empresa, esta nueva máquina para reciclaje de Polystar se mantiene en funcionamiento las 24 horas del dí­a 7 dí­as a la semana y tiene un promedio de producción de 250~300kg/hr.

En este equipo, la pelí­cula defectuosa se alimenta automáticamente en los rollos a través de rodillos de presión ubicados en la parte superior de la compactadora. Después de compactada es alimentada en la extrusora de reciclaje para su procesamiento y posterior peletizado. El resto de los desechos se alimentan mediante una cinta transportadora. Estas dos maneras de alimentar son controladas de forma automática y al tiempo para evitar sobre-alimentación o alimentación insuficiente de material dentro de la máquina.

La máquina está en capacidad de manipular desechos independientemente de variaciones en su ancho, grosor, estructura de capa de la pelí­cula y composición. Puede producir pellets de alta calidad y tamaño uniforme y ponerlos de inmediato en los moldes y las lí­neas de pelí­cula extensible.

“Tanto la calidad de construcción de la máquina como la del producto satisfacen nuestros altos estándares. El nivel de automatización es alto y la operación es muy sencilla”, destacó el jefe de producción de la compañí­a. De igual manera, agregó: “Su diseño es compacto y ocupa poco espacio, algo muy importante para nosotros porque tení­amos limitaciones de espacio y requerí­amos instalar la máquina justo al lado de nuestra lí­nea de pelí­cula expansible”.