Plástico centelleador ‘hecho en México’

Luego de tres años de trabajo los investigadores Rodolfo Palomino, Eduardo Moreno y José Espinosa, del Laboratorio de Materiales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), desarrollaron un plástico centellador, cuyo costo es 50% menor al de los plásticos centelladores que actualmente existen en el mercado.

Este tipo de plástico se utiliza comúnmente en experimentos de detección de partí­culas y astropartí­culas, e incluso para tratamientos o diagnósticos médicos. Hoy se utilizan en el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (Cern), pero además el plástico creado en la BUAP ya ha tenido aplicaciones médicas como monitor de radiación, lo que motivó su patente.

“En los equipos para el tratamiento de cáncer se genera una cantidad de radiación grande en los pacientes, entonces diseñamos un dispositivo, también de plástico, con una parte óptica y otra electrónica, además del acoplamiento a una computadora que se le coloca en el aparato para detectar la dosis de radiación que recibe del paciente, es decir, hacemos la medición de energí­a, además de que sirve para monitorear el funcionamiento del equipo”, explicó Rodolfo Palomino Merino, especialista en materiales.

Detalló que la fórmula para crear el plástico centellador no es muy distinta de los que ya se comercializan, la diferencia es que en este caso el poliestireno fue sintetizado con una concentración especí­fica de dopantes para detectar las partí­culas que pasan por el plástico.

“Tiene un aditamento que permite la captación de la luz que dejan las partí­culas, es decir, el plástico por sí­ mismo no genera nada, sino que debe de pasar una partí­cula para que interaccione y genere una luz para conocer los rangos de energí­as que se determinan con análisis posteriores”, dijo a la Agencia Informativa Conacyt en un comunicado.

El diseño electrónico, en tanto, se basa en un sistema mí­nimo para adquirir la señal de procesamiento con tubos fotomultiplicadores que pueden captar hasta un fotón, pues la idea es tener un contador portátil con el mí­nimo de componentes electrónicos y sea económico, además de transportable.

Este plástico centellador ha sido probado en la pirámide de San Andrés Cholula, Puebla, y ahora están trabajando para lograr nuevos mecanismos de producción que les permitan diseñar plásticos de mayores dimensiones, pues desean utilizarlo en el observatorio HAWC (High Altitude Water Cherenkov), ubicado en la Sierra Negra de Puebla, para detectar rayos gamma de origen cósmico a través de la medición de cascadas atmosféricas. Además, tienen un encargo para proveer de este plástico centellador a un nuevo acelerador en Rusia.