Industria mexicana de envase y embalaje: "Debemos replantear estrategias y aumentar productividad"

"Las empresas mexicanas tienen que replantear sus estrategias ante los actuales cambios económicos; esto con la finalidad de tener una posición de fortaleza interna y así prosperar en un entorno de incertidumbre", comentó el director de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), Hiram Cruz Cortés, en entrevista con El Empaque+Conversión.

La contundencia de esta afirmación, expresada por Cruz, reconfirma la intención de la industria mexicana de envase y embalaje de enfrentar el futuro con decisión y creatividad ante el actual momento político.

México, por el tamaño de su población y la dinámica de su economía, ostenta la segunda industria de envases y embalajes más grande de América Latina. Su valor alcanza los US$ 14.000 millones de dólares aproximadamente y su relevancia es de tanto peso para la economía del país que hoy representa 1,7% de su PIB.

El volumen de las ventas del sector mexicano de envase y embalaje, un crecimiento de 4,5% anual en promedio en el último lustro y una generación de empleos hoy de 73.000 personas (de manera directa), y de cerca de 380.000 (de manera indirecta), entre otras razones, convierten a este mercado en uno muy importante para la economía del país.

Además, la vecindad de México con el gigantesco mercado estadounidense activa las ventas de productos de consumo masivo y, por ende, de envases y embalajes. "La gran mayoría de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos son precisamente de productos terminados y éstos requieren de envases y embalajes para su distribución y comercialización", le mencionó a El Empaque+Conversión el director de la AMEE.

Para Estados Unidos, por su parte, el sector mexicano de envases y embalajes representa uno de los principales compradores de maquinaria para atender necesidades de empaques de diversos sectores industriales, pero especialmente de los sectores de alimentos, bebidas, productos farmacéuticos y artículos para aseo y cuidado personal.

Durante 2015, según la AMEE, el valor de las exportaciones de envases y embalajes mexicanos sumó un total de US$ 3.097 millones de dólares, siendo justamente Estados Unidos el principal destino de éstas.

"México es el segundo socio comercial de Estados Unidos, el primer destino de las exportaciones de California, Arizona y Texas, y el segundo mercado para otros 20 estados", señaló Hiram Cruz, antes de subrayar lo que este intercambio representa en términos de empleo y comercio bilateral: "la relación entre México y Estados Unidos es de gran beneficio para ambos países, y aproximadamente seis millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio con México".

Por estas razones, ante cualquier modificación de las condiciones comerciales, económicas o políticas que puedan presentarse luego de la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, los empresarios mexicanos y estadounidenses estarían prestos a adoptar las medidas necesarias para mantener abierta esta demanda y para fortalecer las relaciones con sus clientes.

Las transformaciones en el entorno que sugieren las cambiantes condiciones políticas recientes han activado ya entre empresarios y dirigentes gremiales mexicanos estrategias concretas que les permitan enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades. "Sin duda, los grandes retos del momento consisten en incrementar la productividad y la eficiencia de las empresas mexicanas", añadió Hiram Cruz.

Los elementos de una estrategia para lograr este objetivo están orientados a la adopción de una serie de medidas esenciales, nos dice Cruz, entre las que se destacan la necesidad de darle a la innovación un papel preponderante dentro de los procesos de producción de fabricantes y usuarios de envases y embalajes, ello además para impulsar la competitividad en los mercados externos.

"Los empresarios mexicanos de la industria de envase y embalaje no pueden perder de vista tampoco el enfoque hacia el consumidor, dentro de un entorno global", afirmó el director de la AMEE. Parte de este propósito se sustenta en el desarrollo de la capacidad productiva a través de la implementación de nuevas tecnologías de la información que agilicen y les den eficiencia a los procesos, tanto de producción como logísticos, para "enfocarnos en una cadena de suministro eficiente y convertirla en una cadena de valor".

Otra estrategia subrayada por el director de la AMEE en este sentido consiste en insertar a los envases y embalajes en la tendencia de la responsabilidad corporativa y en el cumplimiento de las exigencias o demandas relacionadas con la sustentabilidad.

Anticiparse a los impactos de decisiones políticas y económicas externas es tarea de todos los actores en la cadena de suministro de la industria de envase y embalaje, y la capacidad para diseñar estrategias a tiempo e implementarlas resulta crucial para afrontar los desafíos económicos y políticos en estos tiempos de cambio.