El PET termoformado busca el cierre de ciclo

(Foto cortesía de Starlinger)

El incremento en la demanda de PET reciclado para incorporación en botellas hace que se vuelva necesario recuperar también los envases termoformados. Starlinger ha desarrollado un grado termoformable apto para contacto con alimentos que además puede ser llenado en caliente y ser reciclado de manera indefinida.

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El cierre de ciclo de botellas de PET es el más avanzado actualmente. Sin embargo, el reciclaje de empaques termoformados es un campo donde aún se requiere desarrollo. En este escenario, Starlinger ha desarrollado una nueva tecnología de material de empaque para termoformado a partir de PET reciclado, que además es 100% reciclable.

Se trata de la tecnología rPET100, que está orientado a la fabricación de lámina termoformable para el envasado de productos lácteos, bebidas calientes, sopas instantáneas y comidas listas para consumir, todas aplicaciones que requieren altas temperaturas durante el proceso de producción y el consumo. La lámina fabricada a partir del rPET100 es resistente al calor, es una estructura mono-material y su color blanco brinda a las aplicaciones barrera UV. Una vez usado, el material puede ser reciclado al 100% ya que no contiene otros aditivos poliméricos.

“Las bandejas, vasos y recipientes para alimentos fabricados con rPET100 blanco son la alternativa totalmente reciclable a los vasos de un solo uso fabricados con materiales como el polipropileno (PP) o el poliestireno (PS). El PET reciclado posconsumo cumple con todos los requisitos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (efsa) cuando ha sido super limpiado con la tecnología Viscotec de Starlinger. El PET/rPET tiene propiedades de material excepcionales que se pueden restaurar en el proceso de reciclaje, lo que convierte al PET en un material de embalaje verdaderamente circular”, afirma en un comunicado el fabricante austriaco de tecnología para reciclaje.

 

Principio cuna a cuna

Las bandejas, vasos y contenedores de comida fabricados a partir del nuevo material son totalmente reciclables y se constituyen en una alternativa para empaques fabricados a partir de PP o PS. Dado que el flujo de reciclaje de PET es el más maduro en este momento, y cuenta con autorización para contacto con alimentos, algunos proveedores están buscando alternativas a sus materiales convencionales.

El PET reciclado cuenta con aprobación de la efsa, Agencia Europea de Seguridad de Alimentos, cuando ha sido limpiado con la tecnología viscotec de Starlinger. “Con la introducción del nuevo material rPET100, Starlingerviscotec pone en práctica los principios de ‘cuna a cuna’ para una economía circular. Al utilizar PET reciclado para los envases, se evitan muchas emisiones de CO2”, afirma la empresa. Cuando se fabrican envases blancos, es posible contar con hasta 100% de rPET, lo que ayuda a los dueños de marca con sus metas de sostenibilidad. Además de trabajar con un material reciclado, la huella de carbono del material es menor que la del PET virgen. 

El material se puede producir y reciclar con las tecnologías de reciclaje mecánico existenteestablecidas en el mercado. En una unidad de policondensación de estado sólido, las escamas de PET post-consumo se descontaminan para producir gránulos de PET de grado alimenticio. El material es apto para el contacto directo con alimentos después deeste proceso de súper limpieza. Además, las propiedades mecánicas se restauran aumentando la viscosidad intrínseca del material hasta los niveles de material virgen.

Los fabricantes que utilizan equipo viscotec pueden fabricar láminas de rPET100 con las líneas viscoSHEET sin hacer cambios en su instalación. El termoformado requiere ajustes mínimos, y es posible lograr alta productividad.

El pasado mes de marzo, Starlinger obtuvo el premio RefocusSustainableInnovation en la categoría de materiales. Este premio, que reconoce innovaciones sobresalientes en plásticos que logren ventajas en diseño, material y cierre de ciclo de vida, reconocen la capacidad del material de ser usado de manera infinita. Jeff Cornell, presidente de la empresa americana Starlinger-SahmInc, resalta que el material constituye “una alternativa ambientalmente sustentable a los vasos de un solo uso, a los tubos y bandejas fabricados a partir de poliolefinas, cuyas propiedades de material se degradan con el tiempo. Adicionalmente, los reciclados de poliolefina no están aprobados para contacto con alimentos como una materia prima secundaria en Europa de acuerdo con la efsa”.

De acuerdo con Cornell, la necesidad de incorporar material de empaque termoformado en el flujo de reciclaje ha sido un objetivo principal cuando se desarrolló la lámina de rPET100. “Observamos una fuerte tendencia a incrementar el contenido de posconsumo reciclado (PCR) en materiales de empaque por alimentos. Muchos dueños de marca se han comprometido a incrementar el contenido de PCR en botellas de aguas y bebidas carbonatadas. Estos compromisos han jalonado la demanda y los precios para hojuelas de botellas posconsumo reciclado. El rPET100 ayuda con este desafío, porque tanto las bandejas de PET como las hojuelas de botellas pueden usarse como materia prima para el contenido reciclado. Después de su uso, el empaque de rPET100 puede reciclarse en empaque de alimentos y bebidas”, concluye.

 

Producto regional en empaque regional

Todos queremos seguir disfrutando de la comodidad y seguridad que brindan los envases plásticos a nuestra vida diaria. En el empaque de alimentos de productos lácteos para niños, por ejemplo. Austria inició un proyecto para envasar productos lácteos regionales para escuelas utilizando el material rPETy en el norte de Austria Starlinger trabajó con las compañías PET-MAN y Greiner Packaging para lograr un envase totalmente circular. Bajo la iniciativa rPET-Cup.com, se suministra a cerca de 36 mil niños en el norte de Austria productos lácteos, como yogurt, leche achocolatada o leche de frutas. En este proyecto se buscaba que los envases fueran 100% reciclables y reutilizables.

La selección del rPET obedece a que el material es ligero, irrompible y ante todo libre de plastificantes, lo cual lo hace apto para el consumo de los niños. Los envases de PET requieren menos energía y se generan 30% menos de emisiones de CO2 cuando se comparan con botellas de vidrio reutilizables.

La logística es la clave de este exitoso modelo. Los productores de leche se llevan los vasos usados cada vez que van a hacer una nueva entrega de leche, para ser reciclados. Gracias a que todo se transporta y genera localmente, las rutas cortas de transporte evitan emisiones adicionales. Y una de las grandes ganancias es que los niños, desde muy temprana edad, aprenden que el vaso no es basura, sino que va a ser reciclado, y con ello su visión acerca del material cambia.