¿Cómo lograr el crecimiento en rotomoldeo?

El rotomoldeo es una industria relativamente pequeña, que agrupa entre 4.000 y 5.000 empresas a nivel mundial. Estas empresas son en su mayorí­a pymes o mipymes, y consumen aproximadamente 2% de la demanda global de polietileno.

El tamaño del sector ha estado asociado con un desarrollo limitado y un progreso lento de las tecnologí­as de rotomoldeo. Esto lleva a que las tolerancias de los productos rotomoldeados tiendan a ser mayores que en otros procesos, el desempeño puede no ser el esperado y se continúa con una gran dependencia de la labor manual, lo que puede desenfocar la atención de compradores e inversionistas.

La industria actual de rotomoldeo

El rotomoldeo es un proceso sencillo pero con muchas variables. Al ser sencillo las máquinas son económicas y los moldes son de bajo costo comparados con los de inyección o soplado. Esta baja inversión de capital inicial hace que muchos entusiastas adquieran equipos de rotomoldeo, aún sin comprender bien el mercado y a riesgo de perder la inversión debido a sobrecostos por ineficiencia en el proceso.

El conformismo, resultado de la baja inversión y la producción artesanal, han llevado al rotomoldeo a tener un desarrollo limitado y a la baja competitividad a nivel mundial. Frente a esta realidad, particularmente en América Latina, surge la necesidad de realizar un análisis exhaustivo y ordenado del sector para identificar oportunidades de mejora.

La población mundial pasará, hasta el 2.056, de 7 a 10 billones de habitantes; con esto se espera una mayor demanda en el consumo de diferentes bienes y servicios que abrirán las puertas de los mercados de alta calidad.

Este dato muestra el potencial de crecimiento que tienen los sectores de transformación de plástico, y en particular el rotomoldeo. Pero para poder aprovechar este potencial será necesario invertir en el desarrollo de tres ejes: maquinaria, moldes y entrenamiento, e incursionar en otros sectores adicionales a contenedores y tinacos, que hoy en dí­a representa el 80% del mercado de rotomoldeo en México. Por su parte, Estados Unidos tiene su mercado diversificado y equilibrado de acuerdo al tipo de industria, como se observa en la Figura 1 . En el mercado estadounidense se demandan cerca de 360 mil toneladas de resina para rotomoldeo. México, entre tanto, consume apenas una sexta parte de este volumen.

Para alcanzar alto nivel técnico en los productos, terminados estéticos, producción a gran escala, materiales avanzados y diseño complejo, es menester invertir en los tres ejes anteriormente mencionados, para soportar la demanda. Sin embargo, el alcance limitado de las compañí­as de la actualidad no permite realizar estas inversiones y las compañí­as se conforman con la simplicidad de sus productos y la habilidad del operario como camino hacia el éxito. El tema no es sólo del productor, fabricante de molde, fabricante de maquinaria o del desarrollo de materiales, sino también de los rotomoldeadores, quienes necesitan ver el panorama completo de desafí­os y oportunidades para tomar decisiones de cara al futuro.

Creando alianzas para competir

La eficiencia productiva es un tema que tiene un potencial grande de mejora; las pymes y mipymes están uniendo esfuerzos y acopiando conocimiento para competir. Un caso de éxito a seguir es la creación de un centro de desarrollo para moldeo rotacional en México, que agrupa a diez pequeñas y medianas empresas rotomoldeadoras.

El objetivo es sustituir importaciones de este tipo por un monto de 1.4 millones de dólares anuales. Este centro de desarrollo cuenta con una máquina para moldeo rotacional de cuatro brazos, lo cual es una oportunidad importante, teniendo en cuenta que las máquinas convencionales para rotomoldeo cuentan con una entrada y una o dos salidas. Es un avance significativo para producir piezas de alta complejidad con buenos estándares de calidad.

Según Patrick K. Long, presidente de Formed Plastics Inc, la tendencia clave que puede impactar positivamente el rotomoldeo es la búsqueda de nuevos mercados finales. El futuro del moldeo rotacional es incursionar en otras áreas que no sean tanques y juguetes; en Formed Plastics esta estrategia ha funcionado con éxito. De acuerdo con Long, los productores mediante moldeo rotacional deben incursionar en nuevos negocios que tradicionalmente ha atendido la industria de moldeo por soplado. En Formed Plastics se han realizado algunas aplicaciones para dispositivos médicos, como tanques de retención y tanques para equipos, esto teniendo en cuenta la capacidad limitada del proceso de soplado.

Más allá de las dificultades y de la necesidad de crear una infraestructura adecuada para la fabricación de moldes especializada para la industria, la región ha mostrado motivación e iniciativa por hacer productos competitivos y existe más de un ejemplo: La compañí­a mexicana Rimova representa un caso de éxito para Latinoamérica en la fabricación de muebles para niños; sin embargo, al no encontrar proveedores locales para las etapas de diseño y fabricación de los moldes, contrataron todo a través de Estados Unidos. Por su parte, la empresa venezolana Plasticake ha tenido buen desempeño en ventas en su año y medio de funcionamiento, incursionando en la fabricación de conos viales, papeleras y comederos para perros, entre otros productos. Otro ejemplo es Plasinar en Argentina, quien rotomoldea productos para la construcción que incluyen cámaras de inspección para cloacas. Así­, existen varios ejemplos de compañí­as de la región que pueden ser punto de referencia para empezar a actuar con mayor juicio y desarrollar de forma catalizadora el sector.

En conclusión, según Joél Perez, especialista de la División de Rotomoldeo de la Anipac, esta industria tiene mucho futuro, es un sector que se encuentra en ví­a de desarrollo y por lo tanto deben darse a conocer más pautas sobre las ventajas de este proceso, donde por ejemplo, con el polietileno inerte, los campos de aplicación no tienen lí­mites.

Aquí­ surge otra tendencia de mucha importancia y por donde deberí­a iniciar todo: La capacitación. El costo de no tener personal con un buen nivel técnico puede fácilmente acabar con una compañí­a, y más cuando hablamos que el rotomoldeo no representa más del 1% del sector de plásticos (caso México) y que éste representa en su mayorí­a empresas pequeñas, en las que un error mediano puede ser fatal para continuar en el mercado.