Afianzar una cultura gremial es la clave para la industria mexicana

Desde marzo de este año, Ángel Ramón Oria Varela preside la Asociación Nacional de Industrias Plásticas A.C. (ANIPAC) de México. Su propósito es continuar el trabajo de fortalecer la asociación y fomentar en los industriales a través de planes y programas debidamente estructurados, los conceptos de productividad, competitividad, liderazgo en costo y desarrollo tecnológico al sector plástico. El licenciado Oria Varela tiene formación en administración de empresas, y estudios de ingeniería química, también cuenta con un diplomado en dirección de empresas y otro en dirección internacional. Es gerente fundador de empresas como Polímeros y Materias Primas Internacionales, S.A. de C.V., Polyresinas, S.A. de C.V., entre otras.

Desde CANACINTRA, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, participó como interlocutor en el Tratado de Libre Comercio y formó parte del equipo de trabajo que elaboró la monografía del sector farmoquímico para la negociación de mismo tratado. En ese mismo contexto, tuvo participación en la definición de otros temas como inversión extranjera y propiedad intelectual. En el período 2000-2002 se desempeñó como Vicepresidente de la ANIPAC. Su historia en la industria del plástico se inició hace cerca de 20 años como gerente comercial para México y Centroamérica en la división polímeros de Shell.

¿Cuál es su visión sobre el desempeño del sector plástico mexicano?
El sector plástico en México tiene 4.400 empresas, 385 de ellas corresponden al sector de materias primas, equipos y maquinaria. Tenemos, entonces, un universo de transformadores de 4.000 empresas. El 90% son pequeñas y micro industrias. Y de este 10% restante el 7% son medianas y el 3% son grandes. Ese 3% de grandes generan la mitad del valor agregado de la industria y el 35% del empleo, con lo cual se confirman las asimetrías que existen en el sector plástico. Tenemos que llegar a superar definitivamente estas asimetrías.

Creo que debemos lograr que las empresas micro y pequeñas den el brinco a medianas; para así estar en condiciones de transformar en el país las 2 millones de toneladas adicionales de materias primas que se requerirán durante los próximos seis años y, por consiguiente, se podrán hacer inversiones US$6.000 millones en maquinaria y equipos necesarios para lograr transformar ese gran volumen. Generaríamos, así, 250 mil empleos directos, en lugar de los 180 mil actuales.

El sector plástico (toda la cadena productiva del plástico) responde por el 3.5% del PIB de México. Estamos luchando por que la industria no esté dispersa y que logremos consolidar esfuerzos y aprovechar sinergias a lo largo de toda la cadena Petroquímica-Plástica. Estoy propugnando por una industria integrada. Quisiera que, al margen del debate político, consideremos que el 52% del total de materias primas que se consumen anualmente en el País son importadas, perdiéndose la gran oportunidad de darle valor agregado a nuestro principal recurso natural "el petróleo", exportamos el crudo alrededor de 22 dólares el barril e importamos productos petroquímicos, como resinas plásticas a 800 dólares la tonelada. Es inconcebible!!!

Es inconcebible desde el punto de vista lógico y empresarial; pero más aún, cuando se analizan las consecuencias y repercusiones que tiene esta falta de integración en la cadena de transformación, ya que por un lado diariamente utilizamos en nuestro vocabulario la palabra "globalización" y, por el otro, no contamos con los apoyos gubernamentales para poder insertarnos en este proceso mundial, en el cual queramos o no ya macroeconómicamente nos encontramos como consecuencia de la apertura comercial de la que hemos sido objeto desde la última década.

¿Propone Usted una unión de la industria para lograr la competitividad?
Los industriales de México y Latinoamérica hablan de cambio, de futuro, de competitividad, de productividad y globalización, pero los escenarios para hacerlo no son los mismos para todos. No podemos hablar de una economía global con tantas asimetrías. Pero lo más grave es que no hay planes y programa serios que hagan que esas brechas tecnológicas se vayan eliminando, se vayan reduciendo. Y no hay esfuerzos por que esa realidad cambie.

No hay un programa serio en el que digan: "…este es un plan de desarrollo tecnológico e industrial y este es un fondo de fomento para el sector del plástico, como un traje a la medida, para lograr una competitividad…".

No queremos subsidios, queremos que nos den las herramientas para competir, porque una cosa es que en el ámbito macroeconómico México sea el país más abierto del mundo y otra cosa es que estemos preparados para competir en mercado abierto. En México, el crédito es muy restringido y de casi nulo acceso, porque el 80% del crédito en el país, está en manos de 200 empresas. ¿Y qué pasa con el otro universo de empresas? Cuando hablas de que 3.600 empresas de nuestra industria son micros y pequeñas.

En ese contexto, ¿cómo ve el desempeño de la industria plástica en un Área de Libre Comercio Latinoamericano, ALCA?
Debemos buscar acuerdos que nos permitan complementarnos, que nos permitan sinergias. El TLC con Estados Unidos y Canadá es un acuerdo excluyente. Se trata de decirnos todo los que no podemos hacer. Debemos buscar acuerdos que nos permitan complementarnos. Cuando analizas los acuerdos de la Unión Europea te das cuenta de que son acuerdos incluyentes. Un mejor ejemplo es el acuerdo AP, Asia-Pacífico, donde todos los integrantes aprovechan sus fortalezas y ayudan a superar sus debilidades y se complementan. Hoy vemos en todo el mundo productos hechos en esa región. Hacen de todo y venden de todo en todo el mundo. Lo cierto es que la globalización la inventan los países industrializados para abrir sus mercados. Los países industrializados poseen máquinas extremadamente rápidas, extremadamente productivas y mientras las industrias de otros países no crecen como debieran, surge la globalización, la oportunidad de entrar y conquistar mercados con normas de calidad y productividad.

México, particularmente, es un mercado de compradores, no somos un mercado de industriales, somos comerciantes. Tenemos la obligación de dejar a nuestros hijos un país de industrial, donde se genere talento, riqueza, infraestructura.

Los países de comerciantes no tienen anclas. Tenemos que trabajar a largo plazo. Se necesita un programa serio para hacer industria

¿Cuál es su reto al frente de la ANIPAC?
Desde hace cuarenta años ANIPAC es la máxima representación del sector Plástico en México. Una Industria que al año 2000 representa dentro del país alrededor del 3.5 % del PIB y que produce 11,380 millones de dólares en productos terminados.

La ANIPAC tiene retos muy interesantes. En México no existe cultura gremial. La base gremial no existe, porque se fomentó con base en obligaciones. Los gobiernos controlaban a los industriales, obligándolos a participar en cámaras. Entonces, las cámaras tenían voto para apoyar propuestas del ejecutivo. No había un sentido de pertenencia, en realidad. El reto es cambiar la idiosincrasia del industrial mexicano para que no espere a que las cosas le lleguen, si no a que sea parte activa y propositiva en la industria y a decidir el rumbo que debe seguir, teniendo el control de hacia donde quiere que la industria avance. Recordemos que la mejor manera de defender a nuestras empresas es defendiendo nuestro sector industrial.

En ANIPAC tenemos 12 diferentes secciones, 8 diferentes comisiones, un consejo directivo y una comisión ejecutiva. Las secciones reúnen extrusores de película,, maquinadores, moldeadores por encargo, artículos para el hogar, construcción. automotriz, etc. Las comisiones se reúnen alrededor de temas como ecología, estrategia, competitividad global, financiamiento, comercio exterior y páginas Web, ferias y exposiciones, entre otros. Todos estos grupos, por primera vez están sesionando regularmente. La actitud hay que cambiarla y ya hemos empezado.

¿Cuál es su opinión sobre el trabajo de ALIPLAST para la industria?
Creo que una de las maneras de ser competitivos internacionalmente es logrando una integración regional, al margen de una área de libre comercio. Si Argentina no hubiese sido tan cerrada regionalmente hubiera sido menos vulnerable. Pero las debilidades las tenemos todos los países: México, Colombia, Venezuela, todos. Necesitamos hacer una verdadera agenda, donde hagamos un diagnóstico y donde hagamos planes de trabajo y su respectivo seguimiento, así tendría éxito Asociación latinoamericana, ALIPLAST.

Hace poco participé en la reunión de la CIPAD en Quebec. Esta entidad reúne las asociaciones de la industria plástica de todo el mundo. No había representación de Centro ni Suramérica. Allí aprendí mucho e intercambié experiencias e ideas valiosas sobre medio ambiente, seguridad, procesos y aplicaciones. ¿Sabían ustedes que el principal cliente de Alemania en maquinaria es China? Mientras nosotros estamos comprando máquinas en China por su precio atractivo y seguimos haciendo comodities, China produce alta tecnología con maquinaria de primera calidad.

Tenemos que encontrar la forma de llegar a acuerdos regionales con los proveedores de maquinaria y lograr financiamientos para importar maquinaria que nos permita ser más productivos. Comprar máquinas cuya obsolescencia no sea tan rápida y sus productividades estén acordes a los requerimientos de los clientes.

¿Y cómo ve el desarrollo de una exposición como Plastimagen?
El esfuerzo y trabajo de Oprex en la organización de la feria es destacable. Pienso que es una feria exitosa desde todo punto de vista. Tuvimos este año una importante participación de Brasil y otros países, como Italia, Portugal y España. El momento económico es de inversión y es propicio para los proveedores que exponen en estas ferias regionales que están al alcance de empresarios que no pueden ir a Milán, a Düsseldorf o a Chicago. Las posibilidades para invertir están en Plastimagen.